Que hacer en caso de.... desesperación.

Errar es humano. Aunque no lo creas, todos entienden eso. Lo que en muchas ocasiones no se puede entender o soportar es una conducta obsesiva, compulsiva por nada mas y nada menos que desesperación. Así, que si ya te equivocaste y ahuyentaste a alguien de tu vida. O si pasaste a la siguiente etapa que es sentirse desesperada. No te preocupes, aun hay solución.

Cual es esa solución....

muy simple...

deja de darle poder al sentimiento de desesperación.

Este es un sentimiento que te quita la autonomía sobre tus acciones. NO le des ese poder.

Busca otras actividades. Lee, escribeme en este blog. Conversemos. Haz ejercicio, inicia un hobby. Viaja, haz lo que quieras. Pero no permitas que la desesperación se alimente.

¿Porque?

Simple.

Además de que te quita la capacidad de actuar maduramente, manda un mensaje terrible que no solo no queremos que los demas lean en nosotros, sino que también es un sintoma que nos pide a gritos revisar nuestra persona.

No importa que la desesperación, sea por haber pérdido a un hombre. Una situación laboral o incluso porque se te rompieron las medias o una uña.

Lo que dice es que tu vida esta tan vacia, que sin esa persona, sin ese trabajo, sin esa media o sin esa uña, no tienes existencia. No eres nadie.

Así que obviamente lo mejor, para evitar ese mensaje de aparente vacio, es que te dediques un tiempo para ti y empieces a hacer otras actividades que te llenen.

Sabes que va a pasar. Te vas a tranquilizar encontraras algo en que entretenerte y que te haga feliz, tanto que quitarás la energia del asunto y en cuanto menos lo esperes. Puede que esa persona regrese a ti.

Así que antes de actuar por desesperación. Haz una lista de actividades alternativas que te desvien del objeto de tu desesperación y manos a la obra.

Otra cualidad de quitarle atención a la desesperación por una pérdida es que el tiempo en la mente de las personas, en particular hombres, hace olvidar. Insistir y dar mas energia por desesperación no hace más que recordar o remarcar errores que no queremos que asignen a nosotros.